Varapalo a la economía española por parte de la OCDE que recorta la previsión de crecimiento casi un punto y medio. En diciembre hablaba de un 5,5 por ciento y ahora dice que este 2022, España va a crecer un 4,1 por ciento.
Para el 2023, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos prevé un crecimiento del 2,2 por ciento, muy por debajo del 3,5 por ciento que dice el Gobierno español.
Además, no recuperaremos niveles del PIB previos a la pandemia hasta 2024, un año más tarde de lo previsto, según dice la OCDE por la crisis de Ucrania, por la incertidumbre y por la inflación disparada que, advierten, se quedará en el 8,1 por ciento durante todo este año y continuará rozando el 5 por ciento en el 2023.
Todos estos datos preocupan y mucho en los hogares españoles, pero también en los empresarios y así lo ha trasladado Miguel Garrido, presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE, que afirma que, desde esta organización, ya se advirtió de la espiral inflacionista:
“Es importante reconocer los problemas, porque ya en el mes de septiembre de 2021 advertimos de que se acercaba una espiral inflacionista que por parte de la ministra de Economía ya negó alegando que era un problema puntual que solo iba a afectar durante unos pocos meses”, ha contado Miguel Garrido.
En cuanto a las medidas que se han tomado para paliar los efectos de la economía, Garrido considera que las que se han tomado hasta el momento han sido “tardías, insuficientes y algunas en el sentido contrario al que se debe”.
¿La solución? El presidente de CEIM afirma que “es necesaria una política fiscal de alivio para las familias, autónomos y las empresas, es evidente”.
“Yo creo que la mejor medida y la más justa es a través del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, que se hace de manera progresiva y se benefician más los que menos tienen”, ha añadido.