La Policía Nacional acudió a una llamada de una mujer por un presunto maltrato la madrugada del sábado 6 de mayo en Puente de Vallecas. Pero al llegar, los agentes fueron recibidos violentamente por el marido, la mujer y los dos hijos. Por su parte, la Jefatura Superior de Madrid niega la paliza que la familia ha denunciado. Ellos han sido detenidos y han denunciado a la Policía por allanamiento de morada.
En esta historia las versiones son radicalmente opuestas y un juez tendrá la última palabra. "Me puse bravo con mi esposa", ha admitido el marido, que ya cuenta con antecedentes por malos tratos en el ámbito familiar en el año 2021 según la Policía Nacional.
El presunto allanamiento fue grabado por uno de sus hijos. En el vídeo, el hijo señala una porra extensible diciendo que les pertenece a los policías. Serafín Giraldo, inspector de Policía H50 ha contado en 120 Minutos que "es un arma prohibida, no la deberían tener ni siquiera en su casa".
"La actuación de los agentes fue totalmente desproporcionada", defiende el letrado Eduardo Muñoz Simó, defensa de la familia. "En el vídeo se ve cómo golpean con sus defensas en la cabeza de mis clientes y es una medida fuera de lugar ante la situación que se estaba viviendo en el interior de la vivienda".
El abogado avanza que también presentará cargos por lesiones y un tercero de trato degradante: "A mis clientes los llevaron a los calabozos de una forma inhumana. Iban descalzos, en pijama”.
La mujer denunciante corrobora el relato: "No concibo la idea de que pidiendo supuestamente una ayuda, una defensa para la mujer, me maltratasen a mí, a mis hijos y a mi esposo". Según cuenta al medio El Español, llamó “por asustarlo porque él tiene un carácter fuerte y estábamos discutiendo. Quería que durmiese en el salón. Les dije que lo sentía, que había sido una riña con mi marido, que lo habíamos solucionado y colgué el teléfono”.
Para la sala del 091 ya no había vuelta atrás. La llamada había entrado como una discusión conyugal y movilizaron a dos 'zetas'. Cuatro agentes uniformados -dos hombres y dos mujeres- se plantaron en la puerta del domicilio de este matrimonio peruano para verificar que la mujer se encontraba bien
Desde la Jefatura de Policía en Madrid niegan que los agentes entrasen al inmueble sin justificación. "Accedieron al domicilio para asegurar la integridad de la mujer que llamó al 091", tal y como aclara un portavoz oficial del Cuerpo. "Cuando los policías llegaron, la vivienda estaba revuelta y con objetos esparcidos por el suelo y la mujer estaba nerviosa y poco colaborativa. Su marido mantenía una conducta hostil y desafiante, escondiendo las manos y negándose a mostrarlas para comprobar si llevaba un arma, incluso intentó cerrar la puerta".