Los pensionistas se concentran este miércoles frente al Congreso de los Diputados vistiendo los trajes de la famosa serie ‘La casa de papel’, donde los protagonistas organizan el atraco al Banco de España para simbolizar su enfado y rechazo a la situación actual de las pensiones.
Declaran que “no pueden seguir así” y seguirán “en las calles y protestando lo que haga falta, porque llevamos desde 2007 perdiendo poder adquisitivo”. Se dirigen al ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Escrivá, pidiendo soluciones.
Uno de los portavoces de los pensionistas denuncia que "hay compañeros que cobran menos de 1.000 euros, pero también menos de 600 euros y así no es suficiente". "El señor Escrivá tiene que saber que no estamos dispuestos a aceptarlo y seguiremos en la calle hasta donde haga falta, porque tenemos que recuperar el poder adquisitivo".
Con la cesta de la compra disparada al 15,3% este mes, las pensiones más bajas "son insuficientes" y esperan la subida planteada para 2023 de en torno a un 8,5% para las contributivas, según la fórmula de revalorización recogida en la ley de reforma de las pensiones.
Esta semana, Escrivá ha anunciado que mejora su propuesta para cubrir "lagunas de cotización y reducir la brecha de género en pensiones".
El ministerio mantiene su plan de ampliar el periodo de cálculo de la pensión a 30 años y propone también una mejora de la cobertura de los periodos de excedencia por cuidado de familiares y de reducción de jornada por cuidado de hijos, y un crecimiento adicional a la revalorización anual del complemento de brecha de género entre 2024 y 2025.
Este complemento, ya está vigente desde febrero del año pasado, consiste actualmente en una cuantía fija de 28 euros al mes por hijo, que se aplica desde el primer hijo y hasta un máximo de cuatro. Se solicita a la vez que se solicita la pensión.