Las cámaras no podían acceder al interior de la cripta del cementerio de Mingorrubio donde se procedía a la inhumación de los restos del dictador Franco. Pero al parecer, según la versión del Gobierno, otras cámaras sÍ estaban activadas para grabar esos momentos íntimos. Uno de los 22 miembros de la familia Franco habría intentado inmortalizar las imágenes del acto, a pesar de que el Gobierno había advertido de que no estaba permitido hacerlo.
La familia se queja de que las fuerzas de seguridad intentaron registrar a uno de sus miembros acusándoles de haber grabado la inhumación. Según su versión, se produjeron momentos de gran tensión, ya que no les dejaron abandonar el recinto y les trataron "como delincuentes".
En el programa 120 Minutos de Telemadrid hemos tenido la oportunidad de escuchar la versión de la familia de boca de su abogado Luis Felipe Utrera. Afirma que ellos querían respetar ante todo la intimidad del momento y que tienen todo el derecho de grabar el entierro de un familiar.
El letrado expresa la indignación que sintió la familia cuando intentaba abandonar la cripta del cementerio de Mingorrubio. Utrera ha dicho que la situación parecía "Venezuela y no España" y describe los momentos de gran tensión que se vivieron cuando los familiares trataban de salir del recinto.
