Los restos de Franco reposan ya en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio
Los restos de Francisco Franco reposan ya en un panteón propiedad de Patrimonio Nacional del cementerio de El Pardo-Mingorrubio, donde también está enterrada su esposa, Carmen Polo.
Con un oficio religioso se ha puesto fin al proceso de exhumación del Valle de los Caídos y posterior inhumación en Mingorrubio de los restos del dictador.
La ceremonia, de carácter privado por expreso deseo de la familia, fue oficiada por el prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, y el sacerdote Ramón Tejero, hijo del exoficial de la Guardia Civil, Antonio Tejero, que encabezó el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Cuando los familiares del dictador abandonaron el recinto, fueron despedidos con banderas, cánticos y consignas de apoyo por el centenar de simpatizantes que se congregaban en las inmediaciones del lugar. Los concentrados allí han seguido otro oficio religioso en memoria de Franco, vigilados por efectivos policiales y separados de los periodistas que han cubierto el evento.
Francis Franco, nieto mayor del dictador, les saludó antes de comentar que el acto en el interior del cementerio se había desarrollado como estaba programado. "Y creo que ha sido digno, que es lo que pretendíamos nosotros", ha añadido.
La familia de Francisco Franco acusó al Gobierno de Pedro Sánchez de promover “un impúdico circo mediático” con la exhumación. En un comunicado entregado a la prensa en las inmediaciones del cementerio de Mingorrubio, los nietos del dictador cargan contra el Gobierno por haber “consumado la profanación del sepulcro” de su abuelo, en lo que consideran un “grave atropello” a sus “derechos fundamentales”.
Según los familiares del dictador, “lo que el Gobierno presenta como una victoria de la democracia no es más que un impúdico circo mediático que solo busca propaganda y rédito electoral” de cara a los comicios generales del 10 de noviembre.
Mientras, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, destacó este jueves que con el traslado de Francisco Franco “se pone fin a una afrenta moral como es el enaltecimiento de la figura de un dictador en un espacio público”. “La España actual es fruto del perdón, pero no puede ser producto del olvido”, destacó Sánchez en una declaración institucional desde el Palacio de la Moncloa.