Que la vida en pareja se dificulta en verano es un clásico ya que durante el periodo estival se pasa más tiempo en familia, también con la familia política y las parejas conectan más, algo que no sucede durante los frenéticos del invierno por las prisas, las largas jornadas laborales, las tareas del hogar…
Y este largo tiempo que se pasa con la pareja, en muchas ocasiones, resulta ser fatal y desemboca en un divorcio tras años de convivencia.
Marta Lop, abogada de Vilches Abogados, está especializada en divorcios y afirma con rotundidad que aumentan las separaciones en septiembre tras las vacaciones de verano.
La crianza, señala Marta, también es un factor muy importante en estas rupturas y se hace notar especialmente con el inicio escolar.
Y, una vez que se ha tomado la decisión de ponerle fin a la pareja, ¿cómo ponerse de acuerdo?
Aquí no solo entran en juego los hijos, si lo hubiera, sino también es cada vez más frecuente encontrar acuerdos en los que se incluyen a las mascotas con un régimen de visitas o incluso una custodia compartida.