La inflación y la pérdida de ingresos lleva a los pequeños empresarios a explotar su producto y también su imaginación. Una frutería familiar ha comenzado a ofertar tarifa plana de fruta a 1,29 euros el kilo para que sus clientes puedan llevarse distintos productos al mismo precio: "Se compensa lo más caro con lo más barato y sale asequible y variado".
La cesta de la compra ha subido de precio más de un 15% respecto al año pasado y el encarecimiento es mayor en alimentos frescos como frutas, leche, huevos y pollo. En esta frutería "innovadora" declaran que, "por la subida de los precios de la energía y la sequía, todo ha subido de precio una barbaridad", así que "negociando con su proveedor" han llegado a la idea de la tarifa plana.
Sin embargo, según el empresario y frutero madrileño Luis Pacheco, "esta oferta no tiene sentido y perjudica al consumidor". "Podríamos hacerlo, pero no es válido porque hay diferencias de calidad y de calibre de cada producto. Hay frutas que están iniciando su temporada y otras que ya se acaban. Igualar sus precios no es viable", explica.
Pacheco espera que "cuando aumente la producción de los alimentos de temporada, por ejemplo, los cítricos, en los próximos meses, tendremos más calidad y bajarán los precios". Aún así, el empresario alerta de que "nos viene un otoño complicado para los autónomos, distribuidores y puntos de venta".