En la última parte del desafío ambas manadas debían transportar un cubo de leche hasta la meta. Si alguno de los grupos llegaba con el cubo vacío, perdería. Y los que más líquido conservaran hasta el final conseguirían como recompensa unas ricas tabletas de chocolate. La manada roja prefirió perder más cantidad de leche a cambio de conservar su ventaja y conseguir la victoria en el desafío. Los azules, aunque perdieron, se llevaron el dulce consuelo de llegar con más líquido.