Incuestionable. Es el 'hit' del verano. Lo escuchamos en todas partes, lo tarareamos y seguimos su ritmo pegadizo, incluso aunque no nos guste.
El 'despacito' es el himno de nuestros días. Suena en las fiestas, en los bares, en los estadios fútbol... Y hasta en el avión, en la comisaría, o en la misa.