Lo que comenzó como un negocio familiar, allá por 2003, poco a poco fue prosperando hasta llegar a convertirse en una de las tabernas de referencia en la capital, con cinco locales abiertos.
En Txirimiri, la receta del éxito es sencilla, una mezcla de la mejor tradición en pinchos y tapas. Muy vasco y muy madrileño. Y para comprobarlo, nos colamos en su cocina donde nos preparan tres de sus pinchos estrella: Micuit de pato, bacalao a la vizcaína y taco de panceta... Sin duda, un imprescindible.