Paciencia. Mucha paciencia es lo que se necesita para recomponer un billete de lotería que, si hemos tenido suerte está premiado, pero ¡ay!, por un descuido lo hemos metido a la lavadora junto con los pantalones, por ejemplo.
Tranquilos porque no todo está perdido. Hemos visitado la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre donde llevan años recomponiendo billetes que llegan en muy mal estado. Cada año les llegan 20, normalmente lavados, pero también triturados o carbonizados.