Juan José Blardony, director General de Hostelería de Madrid, le explica a Juan Pablo Colmenarejo en Buenos Días Madrid que subir de cuatro a seis comensales en terrazas es un “pasito adelante, porque sólo hablamos del exterior. Tenemos ya muchas limitaciones de aforo y no podemos usar las barras. Tampoco dar cenas. Todo esto hace que estemos funcionando a pérdidas y facturando el 25% de lo que hacíamos en época pre-Covid. Así es cada vez más complicado pagar impuestos y mantener empleos”.
Sector seguro
Juan José Blardony pide responsabilidad individual a los clientes para que usen las mascarillas cuando acudan a un establecimiento. “Es una obligación legal que la mayoría cumple. Pero nosotros somos uno de los sectores más sometidos a inspección. Hay que ponerse la mascarilla entre consumiciones y nosotros hacemos lo posible para que se cumplan".
"Es un tema de protección individual -añade- porque somos un sector seguro. Las cifras de contagio son muy bajas (sólo se han dado 40 brotes de un total de 25.000 establecimientos). Pero las nuevas cepas nos están cambiado el paso y debemos tener mayor concienciación. La Comunidad apuesta por que sigamos abriendo cuando en otras muchas regiones les están cerrando”, asegura.
Blardony cree que al final, las navidades no han sido buenas para la campaña de hostelería. “Teníamos muchas esperanzas pero ha ido mal. Según Sanidad, los focos se han producido en las reuniones familiares. Nosotros hemos mantenido la ventilación, sólo se permite el tránsito del cliente al baño y requerimos la mascarilla puesta. Pensamos en seguir insistiendo en estas medidas porque queremos ser más seguros”.
Pocas ayudas
Preguntado sobre las ayudas directas al sector, Blardony reconoce que son pocas. “En 2020 se han dado 85 millones de euros para un sector que facturaba 16.500 millones el 5% del PIB regional. Son totalmente insuficientes".
"La mejor ayuda que podemos tener -señala- es que podamos funcionar porque las ayudas públicas no pueden sustituir el consumo privado. Pedimos que nos lleguen los fondos de la Unión Europea porque no lo hacen para las Pymes, donde 1 de cada 3 trabajadores están ERTE . Todo el peso de aguantar y pago de impuestos caen sobre las espaldas de los empresarios madrileños. Es duro porque la crisis se alarga y cada vez es más complicado”.
Reconoce que las restricciones constriñen las economías y que cada día que pasa, la situación se vuelve más desesperada. “En la reunión de ayer, Ayuso vinculó la apertura de las restricciones al nivel de contagio y nos trasladó su voluntad de ayudar al empleo. Debemos adaptarnos y vemos que las administraciones lo están intentando. Vemos un compromiso y eso nos da esperanza. Hablo con hosteleros de otras regiones y no ven la luz, algunos están ya al filo de la navaja”
Blardony es partidario también de vacunar pronto al sector de los camareros. “Al igual que las cajeras de los supermercados, cualquier colectivo que atienda constantemente al público, deberían tener prioridad para recibir las vacunas y para luchar contra los contagios”, termina.