En la sección de Los alcaldes también son humanos, hablamos con el regidor de Cabanillas de la Sierra, un pueblo de la sierra norte de Madrid, situado a 52 km de la Puerta del Sol donde, a día de hoy, hay empadronadas cerca de un millar de personas, son los cabanillenses.
Fernando Tárraga Enamorado, ha contado a Ely del Valle, directora y presentadora del Buenos Días Madrid, que llegó al pueblo hace 25 años, ha destacado cuáles son sus proyectos para esta legislatura y cómo lleva eso de compaginar su gestoría con el despacho en el Ayuntamiento.
Abogado y Gestor administrativo ha explicado en Onda Madrid que se metió en política hace ya 8 años, con un proyecto de candidatura vecinal muy interesante, formado por gente de toda condición e ideología. Su hija, reconoce, que es uno de sus mayores apoyos.
El alcalde ha recordado que recientemente han adquirido a varias familias del pueblo el edifico conocido como El Parador, que era un parador de Postas, para el que están buscando financiación para hacer un centro multifuncional, algo para lo que necesitan el apoyo de la Comunidad de Madrid. También necesitan apoyo para mejorar la comunicación en materia de transporte en la zona de la Sierra Norte.
Además, durante el cuestionario personal con Nieves Ortiz, nos ha desvelado por qué su número es el 7, cuál es su color preferido, vinculado a su afición por el Atlético de Madrid, y algunas anécdotas sobre su vida muy vinculada a la música. Y es que, Tárraga es un apasionado del rock y canta en una banda desde hace 10 años que se llama La Buhardilla.
Cabanillas de la Sierra presume de ser el lugar donde se instaló el primer Toro de Osborne. Es un pueblo con varias ganaderías, que cuenta con rutas y senderos para ir andando, en bici o a caballo.
Es tradición hacer los puches, que es un plato dulce a base de harina, agua y anís que se suele hacer en la noche de Todos los Santos.
Las fiestas del pueblo son el Corpus entre mayo y junio y la Inmaculada, patrona del pueblo, que este año se celebran del 6 al 9 de diciembre. Y, para ese momento, se hace la Luminaria (desde 1898) que consiste en la quema en una hoguera de los tomillos que han recogido los mozos y mozas del pueblo, una tradición que se sigue haciendo actualmente de forma simbólica.