El microbiólogo, César Nombela, reconoce a Juan Pablo Colmenarejo en Buenos Días Madrid las dudas que suscita la segunda dosis de AstraZeneca. “La ciencia ha mostrado los hechos y la política ha generado muchas dudas. Una vez que desarrollamos vacunas, hay que esperar resultados de la aplicación masiva, algunas vacunas como Astrazeneca y Janssen (que llevan adenovirus) empezaron a producir efectos secundarios graves que han tenido que manejarse. La Agencia Europea del Medicamento tuvo que examinar la evidencia, para acabar concluyendo que se podía seguir administrando y que el riesgo era muy escaso y el beneficio mucho mayor”.
A partir de ahí, en España se paralizó la segunda dosis más de un mes, con muchas dudas, “incluso con discrepancias entre los sistemas sanitarios de las distintas autonomías. Con ellos se produjo confusión y se suscitan desconfianzas que no son convenientes”.
Datos limitados
Preguntado si se debe mezclar o no las vacunas, el microbiólogo cree que, aunque en un futuro sí se mezclaran vacunas, cuando surjan otras muchas más, “los datos que hay todavía sobre la combinación son limitados. En Gran Bretaña hay un estudio en marcha que compara con rigor la primera dosis de AstraZeneca con otra de Pfizer. Y con varias posibilidades más. Tiene un número elevado de voluntarios y no tiene conclusiones claras. Pero viene a decir, que las reacciones no graves pueden ser mayores con la no mezcla. El estudio español es mucho más limitado para concluir que la mezcla sí daba un número adecuado de anticuerpos”.
Mezclar genera dudas
Con esto Nombela cree que la decisión de mezclar todavía genera dudas y confusiones notables. “La conclusión fue que se vacunara con la segunda dosis con Pfizer y si alguien quiere seguir las recomendaciones de la Agencia Europea del Medicamento que lo haga con un documento informado y un documento que es un poco atípico, porque estamos en una etapa que aún no se da a elegir. Pero en este caso se obliga a renunciar a la de Pfizer, lo cual puede conducir a lo opuesto”.
“Dicho esto, ¿qué haría yo? Lo razonable, y con la información que hay, si se ha recibido la primera dosis de AstraZeneca, que se ponga la segunda. En todo caso, yo lo consultaría con mi médico de cabecera, que puede conocer mis antecedentes familiares y si puedo tener algún trastorno de coagulación, en ese caso, sí cambiaría una vacuna por otra. Sería una postura razonable. Queremos que alguien nos garantice una seguridad absoluta y sin embargo, la postura de poder elegir a veces tiene sus ventajas”.
Sobre la evolución esperable de la pandemia, Nombela cree que en España es muy buena. “Pero en el mundo hay pandemia para rato. Globalmente las cifras son de 167 millones de casos. 3 millones y medio de muertes. Y personas vacunadas, 1.700 millones de dosis y aún queda mucha población por vacunar y llegar a la inmunidad de grupo. En cada lugar, en función de las circunstancias es aconsejable seguir con las precauciones. Sabemos que las vacunas no previenen del todo que uno se pueda contagiar e infectar”.
En cuanto a la relajación de las medidas restrictivas, “estamos en una etapa de mucha lucha y hay que plantearla con responsabilidad de las administraciones y de las personas. Distancia y ventilación para seguir dominando la transmisión. Hemos visto escenas en las que quizás han supuesto una cierta normalidad. Creo que, tras la finalización del estado de alarma, se han visto escenas peligrosas que hay que seguir regulando. Hay que advertir que en muchas circunstancias puede haber contagios".
"Las cifras que leemos ahora remueven -dice- Tenemos que dejar de tratar la muerte por una enfermedad, que debe ser prevenida, como una mera estadística y ver la evolución como algo positivo. Tenemos que llegar cuanto antes a una mortalidad 0. No hay razones para seguir admitiendo que haya contagios, sabiendo como sabemos, que se pueden prevenir, y que hay una evolución letal en muchos afectados. Nos queda mucho de control de la pandemia”.