Su nombre en el mundo del toreo es "El José", y a sus 75 años José Pérez ha venido desde la Comunidad Valenciana y pide una nueva oportunidad en los ruedos porque, como él dice, "quiero morir toreando".
Está acampado dentro de su furgoneta al lado del Palacio de Vistalegre. Lleva allí cinco días. Ha puesto toda su fe en sí mismo, en que alguna empresa taurina le contrate como "el único novillero de la tercera edad". Así reza su la consigna que ahora guía su vida.
"No lo hago por dinero, es por demostrar lo que llevo dentro", afirma rotundo, y prosigue: "Me encuentro en plenitud de forma".
Debutó como novillero a los 16 años, en 1964, en la antigua plaza de Carabanchel y ahora quiere que le den la alternativa como torero en ese mismo lugar. "Tengo ilusión y ganas por torear", dice José.
Sin embargo, su familia no muestra tanto interés. "Mi familia no está de acuerdo conmigo. Me dicen: papá, a dónde vas a estas alturas", lamenta.
"El Jose" tiene su capote preparado en la furgoneta, por si le llega la oportunidad. "Quiero morir toreando", concluye.