Los reyes Felipe y Letizia han recibido este miércoles al presidente de Perú, Martín Vizcarra, y a su esposa, Maribel Díaz, con una ceremonia de honores militares en la Plaza de la Armería del Palacio Real, al inicio de su visita de Estado a España.
Vizcarra y Díaz llegaron a Madrid este martes, pero la visita comienza oficialmente este miércoles, con una vistosa ceremonia que Felipe VI institucionalizó hace dos años, con motivo del viaje de Estado del presidente argentino, Mauricio Macri.
Se trata de hacer visible el significado de una visita de Estado: un encuentro al más alto nivel entre dos países para dejar patente el altísimo nivel de la relación y la intención de reforzarla aún más. En este caso, el Gobierno español quiere mostrar que la relación con toda Iberoamérica es un eje de su política exterior. Además, este es el primer viaje a Europa de Martín Vizcarra como presidente.
La ceremonia ha comenzado cuando el jefe de Estado peruano y su esposa, que se alojan en el Palacio de El Pardo como es tradicional en las visitas de Estado, han llegado al Patio de la Armería, donde ya se encontraba formada la agrupación de honores de la Guardia Real, a bordo de un Rolls-Royce de Patrimonio Nacional.
El coche ha atravesado toda la plaza hasta situarse cerca de la tribuna, instalada en la misma puerta principal del Palacio. Los reyes les han recibido a pie de coche para saludarlos.
La Unidad de Música de la Guardia Real ha tocado los himnos de los dos países mientras piezas de artillería histórica, ubicadas en el parque del Campo del Moro, han disparado 21 salvas de ordenanza. Después, Felipe VI y Vizcarra han pasado revista a las tropas, mientras la reina y Díaz hablaban junto a la tribuna. Después ha llegado el momento del saludo a las delegaciones.
Como es habitual, en la fachada principal del palacio han lucido reposteros con los escudos de todas las comunidades autónomas y banderas de España y Perú en mástiles a los lados de la puerta principal.
Desfile militar
Tras los saludos, un vistoso desfile militar ha puesto fin a la ceremonia. Desde la entrada de la plaza y hasta la puerta del palacio, donde estaba instalada la tribuna, han desfilado la unidad motorizada, la escuadra de gastadores, la unidad de música y el grupo de honores.
A continuación, el presidente peruano se dirigió a la Casa de la Villa, donde la alcaldesa le entregaría la Llave de la Ciudad, y a la Plaza de la Lealtad, para el homenaje a los caídos.