Los parques de ocio infantiles tienen más complicado que otro cualquier negocio para volver a una actividad normal. ¿Cómo controlar a los niños para que guarden las distancias de seguridad y evitar contagios de coronavirus? Ese es el problema.
Los propietarios de este tipo de parques infantiles saben que lo tienen casi tan difícil como el sector de los conciertos en directo.
En Tokokoro, un gran parque de Ocio Infantil en San Sebastián de los Reyes, está parado y vacío.
Aun así, se preparan e intentan diseñar su vuelta al negocio. Estudian protocolos, sistemas para organizar a los niños, medidas de seguridad, mascarillas, geles que no provoquen alergias.
Echan de menos que las administraciones se refieran a su sector específicamente y les den guías de cómo poder volver a la normalidad. Hay muchos empleos en juego, sólo este parque son una veintena de personas.