Visitamos Casa Enriqueta, uno de los sitios más típicos de Madrid para comer casquería.
Las gallinejas son partes del intestino del cordero y se fríen en su propia grasa, cuentan en Casa Enriqueta, el establecimiento de la calle General Ricardos. Nada de "harinas ni alérgenos".
La historia de este local comienza hace tres generaciones, cuando la tatarabuela de la actual propietaria tenía un puesto de casquería en el Puente de Toledo. Posteriormente obtuvieron "licencia de freiduría" y hasta la actualidad. Los más fieles de este manjar castizo son los clientes habituales, los vecinos del barrio, pero con las redes sociales y la venta a domicilio el negocio ha ampliado horizontes.
Unas dos toneladas tienen previsto preparar estos establecimientos. Cerca de 2.000 kilos de gallinejas y entresijos para las fiestas del santo patrón madrileño.