El polígono Marconi vuelve a ser uno de los centros de la prostitución en Madrid. Pero el paso de la pandemia ha supuesto un desplome en la actividad, y ahora la actividad allí es menor.
Los hábitos nocturnos van volviendo poco a poco tras el fin del estado de alarma.
Proliferan los vehículos habituales en las calles del polígono.
Elena nota que hay más movimiento tras el levantamiento del toque de queda: “antes trabajábamos por teléfono, pero no daba tanto dinero”.
Es una de las mujeres que trabaja aquí, nos cuenta que es muy duro pero aún así prefiere seguir en la calle.
“Busqué trabajo y me ofrecían 500 euros cuando yo saco más de 1000 euros aquí. Trabajo más de ocho horas”.