Su emoción es la emoción de todos. ¿Sus lágrimas? explicadas por el propio Rafa Nadal: "Ha sido más difícil, controlar las emociones hoy". Es la prueba de que pertenece al mundo terrenal, que no hablamos de un extraterrestre.
Forjado a base de tesón, de pasión, en definitiva de corazón. "No juego al tenis para comer. Juego al tenis porque amo el tenis", confiesa. Aunque la lógica no parece responder ante el tenista español: "La lógica habla de que tenemos una edad avanzada con lo cual las oportunidades son cada vez menores".
Parte del éxito actual de Nadal es su detallada planificación. Rafa ha priorizado sus objetivos, ha reducido el número de torneos, los ha seleccionados y se ha dosificado.
"Siempre he dicho lo mismo... hoy en día (ser número 1) no es mi objetivo personal", ha reconocido, aunque podría serlo en las próximas semanas... incluso sin jugar la gira asiática.
El balear defiende cero puntos de la pasada temporada por su lesión, mientras Djokovic tiene que afrontar 2.600 puntos. "Dentro de la mala suerte que he tenido con las lesiones me ha hecho valorar cada momento bueno", comenta Nadal.
Y el actual no podría ser mejor. Razón por la que Rafa Nadal intentará pelear este año por un torneo que nunca ha levantado, la Copa Masters, además de estar de en la Laver Cup y la Copa Davis.
Así es Rafa Nadal un luchador con un corazón titánico.