Las treinta componentes de la selección española de rugby, conocidas como Las Leonas, se han sometido adiestramiento exprés de 48 horas como parte de su trabajo para la clasificación para la Copa del Mundo de Nueva Zelanda en 2021.
Remar en un bote con marejada en el mar, un rapel de 40 metros, portar pesados troncos al hombro o correr bajo una tromba de lluvia han sido parte del entrenamiento con los 'boinas verdes' del cuartel del Mando de Operaciones Especiales del Ejército, en Alicante.
La capitana de Las Leonas, Isabel Rico, ha destacado que, entre otros aspectos, han aprendido a "trabajar bajo presión y a tomar decisiones con cansancio, al límite y con pocas horas de sueño para saber evitar a través de la disciplina, por ejemplo, que los rivales o los árbitros nos saquen del partido".
El seleccionador nacional, José Antonio Barrio, ha explicado que durante dos días se ha roto la zona de confort de sus jugadoras y, sin móviles al alcance de la mano, se ha logrado el objetivo propuesto de marcharse "como un equipo más compacto".
Según el coronel del Mando de Operaciones Especiales del Ejército Fernando Antón, se pretendía ayudar a las jóvenes deportistas a "saltar cualquier obstáculo como un grupo cohesionado" y ha subrayado que estos ejercicios "encajan" perfectamente con el perfil de esta unidad militar, que suele actuar en suelo hostil y de forma aislada.