Fernando Alonso vuelve a la Fórmula Uno con el equipo con el que ganó sus dos títulos aunque renombrado Alpine. Carlos Sainz arranca su sueño en Ferrari.
Han empezado los test de pretemporada y lo hacen en un formato más corto del habitual. La pandemia del coronavirus obligó a que se disputaran en Sakhir (Baréin) y no en el lugar habitual de los últimos años como era el Circuit de Barcelona-Catalunya y a que se redujeran a tres jornadas de ocho horas cada una.
Tiempos de cambio en Ferrari para los que optaron por Carlos Sainz en lugar del cuatro veces campeón del mundo de F1. El 55 llega a la mítica escudería en el mejor momento de su carrera tras brillar en los dos años que ha estado en McLaren en los que ha liderado el crecimiento de la marca hasta acabar terceros en el mundial de constructores la pasada campaña.
Sainz tendrá en Baréin la primera prueba real con su nuevo coche, al igual que su compatriota Fernando Alonso. El bicampeón del mundo (2005 y 2006) vuelve a la F1 tras dos años ausente y lo hace con la marca con la que se coronó, aunque haya pasado a llamarse Alpine en lugar de Renault.
Aunque el piloto asturiano no llega a los test en la forma que le gustaría ya que el pasado 12 de febrero sufrió un accidente de bicicleta. Un día más tarde se sometió a una cirugía maxilofacial para corregir la mandíbula superior afectada en un choque en el que Alonso también perdió varias piezas dentales.
Fernando Alonso no viajó a la sede de su equipo a la presentación de su nuevo coche para seguir recuperándose de la operación, de cara a unos test que serán cruciales para volver a coger sensaciones con un F1 actual, aunque ya rodó con el de la temporada pasada en los entrenamientos posteriores a la última carrera de la temporada en Abu Dabi.