Japón ultima los preparativos de la inauguración este viernes de los Juegos Olímpicos de Tokio, a la que asistirán una quincena de líderes extranjeros, sin perder de vista el mayor número diario de contagios de covid-19 en la capital en más de seis meses.
Cuando quedan dos días para la ceremonia de inauguración no dejan de acumularse imprevistos para los organizadores. A la dimisión a última hora del compositor de los primeros compases de la ceremonia inaugural, que serán sustituidos, se suma el pronunciado aumento de contagios en el área metropolitana, que están generando inquietud.
Tokio contabilizó 1.832 nuevos casos de covid-19, la primera jornada de competiciones olímpicas (con el inicio de los partidos de sófbol femenino) y con la ceremonia aproximándose.
La pandemia, que está rebrotando en amplias zonas del mundo por la propagación de variantes altamente contagiosas, como la delta, también ha pasado factura a la llegada de dignatarios extranjeros para asistir en la ceremonia de inauguración.
De momento, una quincena de líderes de países y organizaciones internacionales han confirmado su asistencia, una cifra muy inferior a los 40 mandatarios que participaron en la de Río 2016, según anunció hoy el portavoz del Gobierno japonés, Katsunobu Kato.
Si todo avanza según lo previsto, el presidente francés, Emmanuel Macron; el primer ministro mongol, Luvsannamsrai Oyun-Erdene, y la primera dama estadounidense, Jill Biden, se sentarán en las gradas del nuevo Estadio Olímpico, que en esta atípica ocasión solo albergarán miembros de la familia olímpica y otros participantes.
Acudirán también 70 autoridades extranjeras representantes de los ministerios deportivos correspondientes, dijo el portavoz, así como el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, que ya se encuentra en Tokio.