Aranzazu Santolaya representa la sexta generación de relojeros. La conocemos en su lugar de trabajo, fundado por su abuelo en 1954. Ella es la encargada de mantener a punto los casi 70 relojes que forman la colección del Palacio de Liria.
Son relojeros de la familia Alba, primero su padre y luego ella, y cuidan la extensa colección: reparan y ajustan todos los mecanismos.
Relojes grandes, pequeños, curiosos, de porcelana o de Cartier. ¡Tardan una hora en dar cuerda a todos los modelos!