Cada año en España se rescatan de las calles alrededor de 170.000 perros. Gracias a las asociaciones y centros de protección animal que operan en nuestro país, muchos de estos animales tienen una segunda oportunidad para ser felices . Un ejemplo de esto es la asociación Abrazo Animal, que gestiona el Centro Municipal de Protección Animal de Las Rozas de Madrid.
Estos dos perros esconden historias muy especiales. A ambos la adopción les cambió la vida. Primero conocemos a Alma, la encontraros recién parida en un pueblo a cinco bajo cero. Lola nos cuenta que la llamó así porque "cuando la recogí yo vi que le salía el alma por los ojos".
"Los primeros días tenía el rabo entre las piernas, estaba muy asustada, la cabeza la tenía metida hacia adentro" recuerda Lola, " para que nadie la mirara, quería desaparecer". No olvida el día que supo que todo había cambiado: "el primer día que llegué a casa y me saltó y me movió el rabo... dije hoy es fiesta".
Nos cuenta que Alma le ha enseñado el respeto y la empatía hacia todo el que la rodea "a los niveles que ella respeta es como que está en paz con el universo" y concluye "parece mentira que haya pasado 10 años en la calle tan maltratada".
A Inés es difícil verla separada de su perro Fifi. Es un perro albino ciego y sordo "lo adoptamos cuando apenas tenía mes y medio" y que "se ha adaptado muy bien".
Inés cree que Fifi "se ha hecho un mapa mental de la casa" porque "la maneja muy bien". En todo caso, tiene claro que "es un miembro más de la familia y le queremos un montón".
Para concluir Lola remarca la importancia de la adopción y lanza un sentido llamamiento: "Adoptad, por favor, que hay muchos animales que buscan un hogar".