El Real Madrid volverá a ocupar una butaca de la élite europea después de clasificarse este miércoles para las semifinales de la Champions League gracias al empate sin goles en Anfield y la renta conseguida ante el Liverpool en el choque de ida (3-1), para citarse con el Chelsea en semifinales, ronda a la que regresa tres temporadas después.
El equipo de Zinédine Zidane estaba prácticamente eliminado hace sólo cuatro meses, llegó con dudas a las eliminatorias y superó con sangre, sudor y lágrimas una fase de grupos más que irregular. Sin embargo, su capacidad ganadora y su mejoría en el tramo decisivo de la temporada han sido fundamentales para que los blancos tengan la decimocuarta Copa de Europa a tan solo tres partidos.
El Real Madrid salió de Anfield con un empate que sabe a gloria y le deja muy cerca de seguir siendo el auténtico rey del Viejo Continente. El Liverpool no fue tanto Liverpool y la decimocuarta ahora ya está mucho más cerca.