La presentadora y actriz Sonia Ferrer nos cuenta la historia de la estatua de una mujer, pero no de una mujer cualquiera. Es La Violetera y se construyó para inmortalizar el famoso cuplé de José Padilla.
¡No siempre estuvo aquí! La inauguraron en la esquina de la calle Alcalá con Gran Vía, pero desde el principio estuvo envuelta en polémica. Mucha gente dijo que era una estatua cutre, que representaba lo más tradicionalista y arcaico del gobierno madrileño.Otros decían que estaba inspirada en la famosa vedette Celia Gámez que cantó el “Ya hemos pasao”, burlándose del “No pasarán” de la República, al acabar la Guerra Civil.
La pobre Violetera se convirtió en una lucha política y de repente, de la noche a la mañana, desapareció. La trasladaron al Almacén de la Villa hasta que encontrasen una nueva ubicación. Mientras tanto se seguía debatiendo sobre la pobre Violetera. Llegaron a pedirle al escultor Santiago de Santiago un informe de por qué la había realizado.
Al final, todo era mucho más sencillo. Simplemente querían homenajear a José Padilla y La Violetera era una de sus obras más conocidas. Santiago argumentó varias razones: la obra era conocida internacionalmente, las violeteras existen también en otras ciudades, como París y ubicarla en la calle Alcalá tenía su explicación: en otra época era un lugar muy frecuentado por las violeteras. Finalmente, decidieron trasladarla a las Vistillas.