Tres asociaciones feministas se han organizado con el lema: "No es piropo, es acoso"
REDACCIÓN
Tener miedo al volver sola a casa de noche, pasar por una zona oscura, cruzar un parque o esperar un autobús de madrugada es un sentimiento común en las mujeres.
Pero el acoso callejero no sucede solo de noche, sino a cualquier hora del día y en cualquier lugar. Así lo demuestra la campaña #FreeToBe, promovida por la ONG Plan Internacional, que ha recogido 2.500 testimonios para localizar en un mapa de Madrid los puntos más conflictivos de la capital.
En Madrid, tres asociaciones feministas se han organizado en los barrios de Usera, Fuenlabrada y Lavapiés contra el acoso verbal y sexual que sufren a diario en sus barrios.
En esto consiste la rebelión contra el acosador de este grupo de mujeres y algunos de su métodos.