Estamos en junio, terminan las clases y empieza la temporada alta de botellón, una práctica que se ha hecho habitual en varias zonas de Madrid y no solo ahora, durante todo el año.
El botellón afecta, además de a los jóvenes que lo hacen, a la fisonomía del barrio, a la suciedad y salud de los vecinos.
La Policía Municipal de Madrid abrió un total de 13.321 expedientes por venta ambulante ilegal y 29.739 por consumir alcohol en la vía pública en 2018, según las estadísticas del Cuerpo Local recogidas por Europa Press. Concretamente, los agentes locales registraron en todo el año pasado.
¿Cuáles son los puntos álgidos de botellón?
Los puntos centrales se sitúan en la Plaza Barceló, Plaza del Rey (en calle Barquillo cerca de Alcalá), la Plaza de Santa Ana y aledaños (aunque se ha visto entorpecido por la afluencia de terrazas), en el epicentro de Malasaña, la Plaza del Dos de Mayo.
Otros de los lugares donde se encuentran los jóvenes para realizar esta práctica son Lavapiés, La Latina, Parque del Oeste, Plaza de España y Ciudad Universitaria.