Mata Hari era una bailarina de danzas exóticas que triunfaba en toda Europa. Se convirtió en uno de los primeros mitos eróticos del siglo XX y a lo tonto a lo tonto se hizo espía. Pero jugaba a dos bandos, lo mismo espiaba para los alemanes que para los franceses. Finalmente fue descubierta y no tuvo un final feliz, pero como las grandes mujeres de la Historia, se fue de este mundo con una anécdota que engrandeció el mito.