Así como no hay una sola cura para el cáncer, tampoco existe una única herramienta para analizar los datos. Como explica en Fórmula SaludOsvaldo Graña Castro, miembro de la Unidad de Bioinformática del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas “ahora, por ejemplo, se trabaja mucho con “gemelos digitales”, es decir, reproducimos en un ordenador un gemelo virtual en base a los datos del paciente y es en ese gemelo digital donde se hace la experimentación sobre diferentes alternativas terapéuticas y los resultados que se obtendrían. Ahora bien, matiza Osvaldo Graña, no se aplicará ningún tratamiento en el paciente que no se haya probado en un ordenador”. La mejor acción contra los tumores sería que no llegasen a producirse o que pudiéramos detectarlos en fases tan precoces que su eliminación fuera segura. En este sentido, una de las estrategias que ha demostrado un indiscutible beneficio es el diagnóstico precoz. Para ello la bioinformática y el análisis de los datos clínicos se observan fundamentales, pero hay que saber cómo se recopilan, almacenan y procesan los datos genómicos, lo cual plantea evidentes problemas a la hora de reproducir los resultados.