El problema del cáncer es que no hay una única célula tumoral. Por eso hay diferentes herramientas para tratar los más de cien tumores infantiles que conocemos. Además, a diferencia de los cánceres en adultos, en los niños no cabe hablar de condicionantes como el envejecimiento celular o hábitos tóxicos.
Sin embargo, tal como señala en Fórmula Salud uno de los investigadores internacionales más relevantes en terapias avanzadas y en trasplante de médula en niños, el doctor Antonio Pérez-Martínez, director de la Unidad CRIS de La Paz y Jefe del Servicio de Hemato-Oncología pediátrica del hospital, “hay estudios ambientales, genéticos y epigenéticos que hablan de que algunos niños tienen una predisposición genética a desarrollar cáncer en edad pediátrica, pero eso no significa que lo manifiesten indefectiblemente. Que exista predisposición no quiere decir que se herede”.
Las investigaciones más prometedoras apuntan a la posibilidad futura de llegar a prevenir y predecir el cáncer infantil.