Desde pequeño, José María Ruiz-Mateos ya se mostraba muy interesado en los negocios y con tan solo catorce años se puso a trabajar con su padre en la bodega de la que era propietario.
Fue este trabajo el que le abrió las puertas a fundar Rumasa que tantos problemas con la justicia española le creó, hasta el punto de ingresar en la cárcel más de una docena de veces a lo largo de su vida.
Desde que el holding de empresas fue expropiado por el gobierno de Felipe González, Ruiz-Mateos convirtió al en ese momento ministro de Hacienda, Miguel Boyer, en su enemigo número uno creando diversas parodias por las calles y en anuncios publicitarios.
Pero no solo el patriarca de la familia tuvo problemas con la justicia porque, el pasado 2019, sus seis hijos varones entraron en prisión por una estafa hotelera.
Por otra parte, su mujer, Teresa Rivero, ha tenido que enfrentarse a la entrada en prisión de su marido y sus vástagos y a la deslealtad de su esposo que se ha descubierto hace unos años cuando resultó positiva una prueba de paternidad que se realizó a los restos mortales del empresario y que verificaba que Adela Montes de Oca es hija biológica de Ruiz-Mateos.