El 30 de abril de 1983, cuatro horas antes de que Francisco Rivera Paquirri e Isabel Pantoja se dieran el ‘sí, quiero’, el torero acude a un notario para hacer testamento y, según afirma la tonadillera, acompañado por ella.
Aquí, quedan reflejadas las últimas voluntades del diestro en siete puntos muy concretos.
- Declara haber estado casado con Carmen Ordóñez en primeras nupcias, unión de la que tiene dos hijos: Fran y Cayetano. Y que tiene previsto contraer matrimonio de forma inmediata con Isabel Pantoja.
- Lega a su padre, Antonio Rivera, y a sus hermanos, Antonio, José y Teresa Rivera, el usufructo vitalicio de la mitad del tercio de libre disposición. La nuda mitad de dicha mitad del tercio de libre disposición, que solo recibirán cuando el más pequeño de sus hijos alcance la edad de veintiún años.
- Lega a Isabel Pantoja la cuota viudal que le concede el Código Civil y la mitad del usufructo del tercio de libre disposición de su herencia, con carácter vitalicio.
- Instituye herederos universales por partes iguales a todos los hijos que deje a su muerte.
- Nombra 5 albaceas que se harán cargo de administrar la herencia hasta el momento de la repartición a los respectivos herederos.
- Ordena que los bienes que hereden del testador sus hijos quedan exceptuados de las respectivas administraciones maternas.
- Nombra un comisario contador partidor de su herencia.
El punto seis es clave puesto que deja claro que ni Carmen ni Isabel pueden administrar los bienes de sus hijos.
Pero en Huellas, hemos destapado en exclusiva el documento del acta notarial del día en el que el torero firmó este testamento y que contradice por completo la versión de Isabel Pantoja que afirma que le acompañó ese día e, incluso, le preguntó su opinión.
En este papel hemos podido comprobar que el nombre de la tonadillera no aparece entre los asistentes a la cita.