Según la Universidad nacional de Seúl, el cerebro de una persona mayor que se siente joven envejecería más despacio. El estudio se ha comprobado con unos escáneres cerebrales. Si nuestro cerebro se mantiene joven mediante estímulos positivos, tiene más materia gris y somos menos propensos a sufrir depresión. Por el contrario, un “cerebro viejo” tiene un mayor deterioro cognitivo y una peor salud neuronal.
Llevar una vida saludable comiendo bien y con ejercicios diarios, también nos ayuda a mantener esa mentalidad positiva y “curativa” para nuestro cerebro. Los pacientes de este estudio mayores de 70, habiendo sufrido fracturas o ictus, se recuperaron antes. Todos ellos eran personas sanas, positivas y con un espíritu jovial.