Luis Miguel vuelve a los escenarios iniciando su gira en Argentina, con todo vendido, tras casi cuatro años sin verse cara a cara con su público. El cantante viajó en avión privado y al llegar a Buenos Aires fue custodiado por fuertes medidas de seguridad, el artista estaba vestido de negro, escondido tras unas oscuras gafas de sol, muy sonriente y muy cambiado físicamente.
El sol de México llegó con Paloma Cuevas. La pareja va a permanecer 15 días en la capital de Argentina ya que el cantante tiene más de un concierto en Buenos Aires. Es por ello que la pareja se aloja en un lujoso hotel ubicado en el centro de la ciudad por el que podrían estar pagando 11.000 euros por cada noche. Algunas de las exigencias que podría haber pedido el sol de México sería tener sábanas blancas, limones, velas aromáticas y, fundamentalmente, que nadie le mire a la cara.