Antes sólo nos intercambiábamos mensajes cara a cara o por correo postal. ¿Quién no recuerda aquellas cartas de un amor de verano?
Ahora tenemos multitud de vías gracias a Internet que llegó para cambiarnos la vida. A partir de ese momento, aparecieron los blogs, más adelante Facebook y, luego, Youtube, en el año 2005, que dio un salto en esa forma comunicativa con la utilización del vídeo como mensaje como hacen los youtubers.
Lo que está claro es que la manera de comunicarnos ha cambiado profundamente en las últimas décadas y más desde que apareció en nuestras vidas la revolución digital de Instagram y TikTok, plataformas que han seducido a sus seguidores por la utilización de la música y las parodias para las publicaciones.
En cuanto a los usuarios que suele utilizar estas aplicaciones, TikTok está lleno de gente joven, pero se calcula que un 35 por ciento tiene más de 36 años. Además, se les llama ‘Generación T’ y dicen los expertos que el objetivo de todos estos vídeos es compartir valores, comportamientos y actitudes para ir un paso más allá en esa comunicación y convertir algo cotidiano en gracioso y que tenga repercusión.
Un ejemplo de utilización de esta nueva forma de comunicación es Laura Blanco, una profesora de inglés y madre de un adolescente de 15 años que utiliza estos vídeos musicales y parodias para acercarse a padres y profesores, además de a su hijo.