Lorenzo Silva explora en su última novela la identidad castellana "fundada sobre el afán de libertad"
El autor nos presenta 'Castellano', un libro que va más allá de los acontecimientos históricos para proponer un viaje personal de "conexión con sus raíces"
Lorenzo Silva explora en su última novela la identidad castellana "fundada sobre el afán de libertad"
Redacción
Lorenzo Silva explora la identidad castellana en su última novela, ‘Castellano’ (Destino), una obra que va más allá de los acontecimientos históricos: “No quería hacer una novela histórica al uso, sino que he mezclado esa parte con lo que podríamos considerar un relato de viajes”, cuenta el autor en Madrid Directo.
El viaje personal entronca con la historia de los Comuneros y tiene su origen en la identidad castellana que, según Silva “no es una identidad como otras porque ha sido un tanto desdibujada o disuelta en la identidad española, y un tanto postergada también en la realidad actual”, explica.
El libro es “un viaje de conexión con sus raíces, para alguien como yo que tiene que vivir su castellanidad en Madrid, que siempre fue Castilla, pero ahora vive esa castellanidad de una manera muy peculiar”, asegura.
El autor explica cómo surgió la idea de la novela: “La historia en sí no me interesaba, pero, por casualidad, escuché en el coche una canción de Nuevo Mester de Juglaría que pone música a un poema de Luis López Álvarez y que cuenta la historia de la revuelta comunera”, explica.
“La manera en que lo cuenta, de repente, me desveló que había unos personajes y una historia que sí me interesaban. Fue entonces cuando profundicé en esos personajes y en quienes se enfrentaron a ellos junto a Carlos V… Me interesa tanto Padilla como el infante don Fadrique”, dice el autor.
1521. La revuelta de los comuneros contra Carlos V
La épica revuelta del pueblo de Castilla contra el abuso de poder de Carlos V culminó en la batalla de Villalar, el 23 de abril de 1521. Las tropas imperiales arrollaron a las de las Comunidades de Castilla y decapitaron a sus principales capitanes: Padilla, Bravo y Maldonado.
Aquella jornada marcó el declive definitivo de un próspero reino que se extendía a lo largo de tres continentes y cuya disolución dio lugar a un nuevo Imperio que se sirvió de sus gentes y sus recursos. Desde entonces, Castilla y los castellanos han sido vistos como abusivos dominadores, cuando en realidad su alma quedó perdida en aquel campo de batalla y ha languidecido en tierras empobrecidas, ciudades despobladas y pendones descoloridos.
Para el autor, la imagen de la identidad castellana está plagada tópicos: “Es una imagen muy injusta porque el carácter castellano, desde sus orígenes, no es el de alguien que intenta someter a los demás. A Fernán González solo intenta sobrevivir entre los reinos predominantes de la época: Quiere ser libre, no vasallo”, explica.
"Por eso, el espíritu castellano se funda sobre el afán de libertad, como en el caso de los Comuneros que reivindican esa libertad frente al tirano Carlos V que, después de derrotarlos, aplastó a Castilla de tal manera que se ha convertido en una herramienta de los imperios sucesivos y al final de una entidad mayor, España, con una capital que ha apostado muy poco por Castilla”, asegura Silva.
Durante su exploración para escribir ‘Castellano’, Silva afirma haber descubierto “muchas cosas positivas para reivindicar de la identidad castellana, como el orgullo y la dignidad frente a un tirano; o una lengua, que es el más universal de los idiomas”, afirma.
Sin embargo, el autor reivindica la identidad como algo personal: “Es una aventura individual. Yo estoy en contra de esos movimientos ‘colectivizadores’ de la identidad, que lo gestionan quienes dirigen la comunidad y nos dicen cómo tenemos que sentirnos”, aclara.