El pasado mes de marzo, el Gobierno ruso aprobó la vacuna contra el coronavirus para perros, gatos, zorros y visones. La Carnivac-cov es un medicamento pionero en el mundo, aunque existen otros proyectos, incluido uno español, que desarrollan fármacos similares para animales.
Los desarrolladores de la vacuna han comprobado que los animales mantienen los anticuerpos pasados los 6 meses desde su inoculación.
La Organización Mundial de Salud Animal (OIE) ha señalado, sin embargo, que la vacunación de animales contra la covid-19 no es necesaria, salvo en casos excepcionales de animales que estén en contacto estrecho con personas inmunodeprimidas.
Y es que se perfilan dos objetivos con la vacunación de mascotas, evitar que el animal enferme o que contagie a población de riesgo con la que convive.
Según Fernando Esperón, científico del CSIC y responsable de la Unidad de Diagnóstico de Enfermedades de la Vida Silvestre del Grupo de Epidemiología y Salud Ambiental, “los animales domésticos desarrollan una infección leve y no presentan casi síntomas, por lo que, en principio no deberían ser vacunados”.
“Hasta ahora no hay una evidencia científica potente de transmisión del virus en animales domésticos como perros y gatos. Sí que se puede presentar algún problema en el caso de las granjas de visones”, asegura Esperón.
Sin embargo, la infección inversa, de humano a mascota, sí es habitual, por lo que, en el caso de que, por ejemplo, un gato doméstico tenga coronavirus, significaría que la familia ha estado infectada previamente, por lo que no tendría sentido vacunarlo, explica el experto.