Un equipo de Madrid Directo ha tenido la oportunidad de adentrarse en una de las fábricas de helados más grandes de España, ubicada en Talavera de la Reina. Aquí hacen al día más de 200.000, a la hora 8.000 y al minuto 133.
David lleva más de 20 años al frente de esta compañía familiar, fundada en 1982 y dedicada a la fabricación de helados y postres congelados. Todo ello lo hacen posible más de 250 empleados que se esfuerzan a diario durante las 24 horas.
La fábrica se inauguró en el año 2014 y cuenta con una capacidad para producir 30 millones de litros de helados, el equivalente a 400 millones de bombones de 70ml, y unas modernas instalaciones de más de 15.000 metros cuadrados de suelo ocupado.
Alfonso en el encargado de los conos de helado. "El proceso se inicia poniendo la galleta. A continuación, se le echa el spray de chocolate para bañarla. Después sigue avanzando la máquina y se le llena de helado. El siguiente proceso es echarle chocolate por encima", nos explica.
La fábrica tiene una capacidad de 4.000 palés en sus almacenes de materia prima, envases y embalajes y unas cámaras de producto terminado con una capacidad próxima a los 5.000 palés. Así, día a día trabajan para hacer posible sus principios de calidad, eficacia y compromiso con sus clientes.
Se trata de una empresa con una clara vocación internacional, ya que cuentan con una amplia red de clientes repartidos por varios países. Ya solo quedaría meterlos en el camión y transportarlos a cualquier parte del mundo para refrescar y hacer las delicias de niños y mayores.
Las heladerías más instagrameables
Descubrimos 'N2 Lab', el laboratorio de los helados de Chueca y Chamberí. En este coqueto espacio, custodiado por la tabla periódica y decorado con colores pastel, el nitrógeno es la base de estos cremosos helados que esconden detrás un concepto totalmente experimental y diferente.
'La Pecera', ubicada en Malasaña y Sol, es el lugar donde podemos encontrar los populares helados con base de gofre, los 'taiyakis'. Tienen un proceso de elaboración diferente y se cocinan a una temperatura mayor que el helado tradicional italiano, consiguiendo una textura más cremosa y un sabor potenciado.