Eva, vecina de Valdetorres de Jarama, denuncia la muerte de Ámbar, su gato, que fue abatido por los disparos de perdigones. Además, los vecinos de la zona aseguran que, el último mes, han ocurrido casos similares con más felinos de la zona.
Los vecinos de Valdetorres piden que muertes como la del gatito de Eva no se vuelvan a producir, que se castigue ejemplarmente a quienes lo han hecho y que se les retire la licencia de armas. "No puede ser que haya individuos pegando tiros cerca de núcleos urbanos a nuestros animales domésticos".
"Mi gato recibió dos disparos. Nada me va a devolver esta pérdida familiar, pero hay que tomar medidas para que esto no vuelva a suceder", declara Eva. Al parecer, junto a Ámbar de había otro gato muerto.
El gato de Eva sufrió múltiples fracturas en el fémur derecho y tibia izquierda. En la radiografía que le hicieron al felino, se aprecian claramente los perdigones en su cuerpo. "Por las heridas, nos dimos cuenta que no había sido un accidente".
Por el tipo de arma, creen que, en este caso, el autor de los disparos ha sido un cazador que, en el día del suceso estaba en el coto, ya que lo que en el municipio no son casas es zona de actividad cinegética.
Pero el gato de Eva no ha sido la única víctima, el de Marta y el de Javier, vecinos del municipio, también han sufrido este tipo de disparos, pero, en su caso, en pleno casco urbano. Por suerte, el gato de Javier no falleció, aunque tuvo que operarle del brazo para que pudiera andar.
Esta serie de sucesos son delitos de maltrato animal o caza ilegal. "Si esa persona no sale o no se sabe quién es, pues a lo mejor se pedirán responsabilidades a los gestores del coto, que en última instancia son los responsables de lo que pase en ese coto".