Continúa el malestar de los vecinos de Valdetorres del Jarama por la situación que viven día a día en la valla perimetral colocada por una empresa dedicada al cultivo del pistacho, situada en una extensión de tierra que incluye no solo su plantación de pistachos, sino también un área de especial protección, formando parte de la Red Natura 2000.
La valla, colocada desde 2021, ha resultado ser una trampa mortal para los corzos y otros animales, impidiendo su libre movimiento y acceso al río Jarama para beber agua. Los animales, al intentar saltar o atravesar la valla, quedan atrapados en los alambres o sufren graves heridas debido a que la estructura es prácticamente invisible para ellos.
Denuncian que muchos de estos seres indefensos terminan agonizando de sed a escasos metros del río Jarama, especialmente en días de altas temperaturas.
La empresa responsable de la "valla de la muerte", anteriormente sancionada por otra operación por la Comunidad de Madrid, ha reconocido los hechos y la Comunidad ya ha iniciado un expediente sancionador a la empresa. "Es el hábitat del río Jarama y se están produciendo todos estos dramáticos sucesos", protesta un vecino.
Otra de las vecinas declara que lleva "un barreño de agua por si encuentro animales sedientos en la zona". Además de la preocupación por la fauna local, piden recuperar los caminos naturales que les permitían disfrutar del río.