Con el aumento de las temperaturas, cada vez nos apetece más un helado. Por ello, nos adentremos en 'N2 Lab', una heladería original situada en Chueca, concretamente en el número 5 de la calle Gravina, que se diferencia del resto debido a un ingrediente con el que les termina de dar forma: el nitrógeno líquido.
Al emplear el nitrógeno líquido en el momento de la elaboración del helado, el resultado hace que sea mucho más cremoso. Además, puede combinarse muy bien con toppings diversos, dando sabores personalizados según el cliente.
A pesar de emplear este gas bajo cero, estos helados son naturales y artesanales. La heladería apuesta por un producto casero realizado a partir de agua, azúcar, leche y fruta de comercio de proximidad.
Además, al introducir el nitrógeno delante del público, se forman características columnas de humo, teniendo por ello cierta concepción de espectáculo. Pero eso no lo es todo, los colores pastel y la tabla periódica a modo de carta hace que nos sumerjamos en un auténtico laboratorio.
De esta forma, el nitrógeno líquido evita que se forme esa especie de escarcha en los helados, dando así su especial cremosidad. Otro producto muy popular de la tienda son las "bolas de dragón", esferas de maíz cocinadas con nitrógeno líquido que hacen echar humo por la boca al consumidor.