San Mamés, un pueblo situado en la Sierra Norte de Madrid dentro del Valle del Lozoya celebra su tercer día de fiestas con una amplia programación para todas las edades, desde una paella hasta un concurso de disfraces para mayores.
El día de hoy ha comenzado con una misa en la iglesia donde tuvo lugar la coronación de Juana la Loca, primera reina de Castilla y Aragón. Sus vecinos han vivido muy emocionados la salida del Santo a procesión.
Lo característico de este pueblo es que se turnan la vara por llevar a San Mamés. "Ya no es solo para soportar el peso, sino también que es un cierto privilegio poder llevarlo, entonces todo el mundo quiere de alguna manera más o menos tiempo llevarlo".
Los padres de Begoña eran del pueblo y, por eso, ella nunca falta a las fiestas. De hecho, ha sido la encargada de llevar la Cruz de Guía, una cruz que hizo su padre y donó a la iglesia. Por supuesto, no podía faltar bailar unas jotas.
Tras el regreso a la parroquia se subastan los objetos de la procesión, algo de lo que se encarga Javier desde hace 45 años. Después de la misa y la procesión es el turno de tomar el aperitivo acompañados de la charanga para la posterior paella de la que se ha encargado Yolanda, de un pueblo cercano a San Mamés.
A 33 grados lo que más ha pedido el cuerpo ha sido refrescarse donde pequeños y no tan pequeños han disfrutado de la fiesta del agua. Asimismo, esta tarde ha tenido lugar obra de teatro, merienda, concurso de disfraces y, para finalizar, una orquesta.