Conocemos el centro cívico Zigia 28, la antigua casa familiar de Javier Martínez. La ha cedido de forma generosa a los vecinos de Ciudad Lineal, que la han convertido en un espacio polivalente adaptado para distintos usos, facilitando así servicios sociales y educativos.
"Nace de, primero, recuperar el espacio, que iba a ser derruido, y esta casa la construyeron mis padres y mis tíos hace 70 años. Se vendió y se iba a tirar para construir un edificio nuevo y a mí me dio mucha pena y decidí comprarla", nos cuenta.
"Aquí vivíamos 20 personas, en el edificio que está arriba de tres plantas, y aquí ellos tenían su lugar de trabajo. Tenían una empresa de transportes y era donde se guardaban los camiones", añade Javier Martínez.
El centro todavía guarda fotografías de entonces, ahora expuestas en sus muros, como la del primer camión que tuvieron los padres y tíos de Javier, así como los baldosines del muñeco más famoso de neumáticos. "Siempre fue mi intención poder mantener los pocos que quedaban. Todos los rotos son originales".
La finalidad de este espacio no fue solo conservarlo, sino también crear una fundación dedicada a la mujer de Javier. "Quería hacer aquí la sede de la fundación que creamos a su muerte en el año 2012. Ella murió de un sarcoma, un cáncer muy raro".
Entre las actividades que aquí se llevan a cabo, clases de cocina, baile o también pilates. Ana es la profesora y Marta imparte de arte floral. Unos vecinos que gracias a este centro se han unido más que nunca.