Durante este fin de semana, la Policía Municipal de Madrid ha organizado un dispositivo especial por la noche con macrocontroles integrales de alcoholemia y drogas, tras detectar un notable aumento de personas que conducían bajo los efectos de estas sustancias el pasado fin de semana.
Un equipo de Madrid Directo acompaña a un dispositivo en un control de alcoholemia, ubicado en el Paseo del Prado de Madrid.
Al primer positivo, con una tasa del 0,63, le vuelven a realizar la prueba transcurridos los 15 minutos y, finalmente, le dejan marcharse con una sanción administrativa.
Según va avanzando la noche se va desvaneciendo la educación entre los conductores ebrios. Vemos cómo un individuo se dedica a grabar al agente mientras le hacen el control, al que al final se llevan su vehículo.
Otro de los conductores, claramente ebrio, se enfada y, tras la negativa a hacerse la prueba y su claro estoado, deciden detenerlo y llevárselo a comisaría.
Los controles en la Comunidad han sido fijos o itinerantes, con el fin de detectar al máximo estas situaciones. El último fin de semana de mayo tuvo lugar el récord de multas por botellón con un total de 1.069, 455 denuncias por botellón el viernes, 357 el sábado y 257 el domingo.
El fin de semana pasado acompañamos a la policía en otro control, en donde comprobamos como dos chicos superaron la tasa de 0,60 al volante. La Policía Municipal se mostraba preocupada por el aumento de infracciones relacionadas con el consumo de alcohol y drogas al volante.
En menos de 30 minutos más de 20 personas dieron positivo en alcohol y drogas. La policía nos advertía que nos encontramos en niveles muy similares a los habidos antes de la pandemia tras decaer el estado de alarma.
Dando positivo al volante, uno se enfrenta como mínimo a seis meses de retirada de carnet, la pérdida de entre 4 y 6 puntos y una sanción económica de entre 500 y 1.000 euros.
Actualmente, los drones también se están utilizando para detectar botellones, vertidos incontrolados o personas mayores perdidas. Tienen una utilidad disuasoria porque vuelan a baja altura e iluminan a los jóvenes con un foco para que sepan que están siendo observados por la policía y no incumplan la ley bebiendo en la calle.