Visitamos Piñuécar-Gandullas, situado en la comarca del Valle del Lozoya y de la Sierra Norte. Este municipio tiene su origen en el siglo XVII, debido a la migración de la población rural en busca de nuevas tierras que labrar y recursos que aprovechar.
En nuestro recorrido nos adentramos en la Posada la Fragua, construida en un emblemático lugar junto a la antigua fragua del municipio y el potro, lugar donde herraban a caballos y bueyes.
Este lugar cuenta con 5 habitaciones con nombres tradicionales del municipio. Rosa, la dueña de la posada, estuvo trabajando en cuatro multinacionales hoteleras y lo dejó todo para poner en funcionamiento la Posada. Además, sus clientes habituales son ingleses.
Posteriormente, nos colamos en el bar del pueblo, que tan solo abre de jueves a domingo. Este establecimiento hace las veces de pequeña tienda para “olvidos” cuando los vecinos acuden a comprar pequeñas cosas necesarias, ya que no tienen ninguna tienda cerca.
Asimismo, los residentes han perfeccionado una guía de antiguas tradiciones del municipio. También cuentan con un horno de leña en mitad de la calle, justo al raso de una vivienda.