Seguir de baja sin estar realmente enfermo es un fraude que cometen el 20% de los españoles que se encuentran en esa situación.
Estos fraudes, a la Seguridad Social y a la empresas, nos cuestan a todos 1.000 millones de euros al año.
Detectarlos no es sencillo, pero muchas empresas contratan los servicios de detectives privados para recoger pruebas que desenmascaren el fraude.