Simular lesiones en accidentes laborales y falsear daños en accidentes de tráfico son los fraudes más repetidos a las aseguradores el año pasado. Las compañías han descubierto 24.000 siniestros fraudulentos.
Un ejemplo, una profesora de bodyfitness sufrió un leve atropello. En su reclamación al seguro aduce lesiones cervicales y de menisco que le podrían llevar a estar de baja laboral 103 días. Un investigador privado descubre en redes sociales que continúa bailando. La indemnización final fue mucho menor de la pedida.
En otro caso un conductor informa de una colisión de su coche contra una valla metálica. El perito de la aseguradora descubre que en realidad el conductor trata de embestir a una persona en medio de una reyerta entre bandas. No cobró indemnización.
Fenómenos meteorológicos como la lluvia o el viento están detrás del aumento del fraude que se ha incrementado en la última década. Se da sobre todo en zonas costeras. En Tarragona o Murcia los casos de falsedad se han multiplicado por 800.