La tradicional firma de turrones 1880 dejó Madrid a finales del siglo XIX y este fin de semana ha vuelto de nuevo a la capital con la apertura de una nueva tienda ubicada en Sol, concretamente en la calle Mayor, 9, con las Navidades a la vuelta de la esquina.
La emblemática marca jijoneca de turrones y dulces cuenta tiene como objetivo acercar sus turrones, mazapanes y chocolates a todos los madrileños y visitantes durante todos los meses del año.
Antiguamente, la marca 1880 participaba en el popular mercado navideño de la Plaza Mayor siguiendo la tradición turronera de acudir a las principales ciudades y pueblos para promocionar sus elaboraciones. Más de un siglo después, la compañía alicantina da un nuevo paso con la apertura de su tienda 'Casa 1880'.
La tienda cuenta con un área de venta de, nada más y nada menos que, 165 metros cuadrados, donde podremos degustar y disfrutar de los turrones tradicionales de la marca durante todo el año. Asimismo, ofrecen un servicio de paquetería al detalle, lotes y regalos de empresa, cestas de Navidad o detalles para eventos.
Para celebrar el regreso de 'Casa 1880' a la capital, la firma ha elaborado tres turrones gourmet de exposición por tiempo limitado con Trufa Blanca de Alba, Azafrán de la Mancha o un grano de café, bajo el eslogan ‘el turrón más caro del mundo’. Todo ello partiendo de la receta original de turrón que la familia Sirvent lleva custodiando a lo largo de once generaciones.
Además de 1880, cuenta con otras marcas como El Lobo, Doña Jimena, Clair de Lune e Imperial Toledana con las que prevé alcanzar en este 2021 una facturación de 22 millones de euros y superar una producción de más de 3 millones de kg.
Las marcas del grupo se caracterizan por la gran calidad de las materias primas que emplean en la elaboración de sus productos y por saber conjugar en su gestión dos elementos clave como son la innovación y la tradición. Por supuesto, la Navidad sigue siendo la fecha por excelencia para el consumo de este dulce.
El turrón más largo del mundo
La Galería de Cristal del Palacio de Cibeles acogió las Navidades pasadas el turrón más largo del mundo, alcanzando los 50 metros de longitud. Una vez finalizada y cortada la tableta, las onzas fueron destinadas a una ONG para que todos pudiesen disfrutar de estas fechas.
La base estaba compuesta por chocolate del 85% con una nata que mezclaron con jengibre, cardamomo, canela, naranja y almendra frita. Utilizaron un total de 200 kilogramos de chocolate de Pinto, 90 litros de nata de Alcorcón y 90 kilos de almendra de Móstoles.